En la página FUEGO Y MANIOBRA encontrará la Introducción y capítulos referidos a la guerras en la Edad Media, de la obra del mismo nombre del Dr. Mg. Jorge A.Vigo

2 de agosto de 2014

FUEGO Y MANIOBRA 

INTRODUCCIÓN. Primera Parte      

La Estrategia tiene un magnetismo especial para los expertos y el público en general. Tratados acerca de su evolución, volúmenes explicativos, desarrollos teóricos y escritos descriptivos acerca de ella se encuentran por doquier abarcando diversas disciplinas. Estrategia militar, diplomática, empresarial, legal, comercial son moneda corriente en la literatura académica y en el lenguaje de profesores, políticos, hombres de armas, periodistas o deportistas.   


Su hermana menor, la Táctica goza de un empleo oral semejante pero no ha recibido un igual trato erudito. Las obras que la estudian la refieren a períodos o conflictos específicos circunscribiendo el análisis  a su empleo circunstancial sin alegar nada respecto de su genética  y evolución. De similar manera los documentos técnicos,  esencialmente reglamentos militares, sólo tratan de sus métodos y  procedimientos actuales.  

Esta desigualdad se ha traducido en una desventaja operativa.  Cada vez que se plantea un nuevo conflicto se levantan voces estratégicas  para explicar la forma de encararlo y arribar a una pronta solución  del mismo; pero nada escuchamos acerca de cómo se realizarán  las tareas que, en conjunto nos llevaran a ese objetivo. Cierto es que  corresponde a la táctica establecer esos procedimientos, ya que la  táctica es acción. Pero la estrategia, que es idea, no debe apartarse  tanto del hacer como para no distinguir lo posibles de lo simplemente  imaginado.

Si la estrategia es, como dice Alonso Baquer, “el decir de  un hacer” corresponde que conozca los límites posibles, actuales y  futuros de los recursos de acción, tanto para acatarlos como para extenderlos.  Es relativamente sencillo trazar una campaña estratégica de  bombardeo, pero es tácticamente complejo realizarla produciendo el  mínimo daño colateral y previendo el amparo de los cientos de refugiados  que ella producirá. Una estrategia de armas combinadas puede  llevar a un gran ejército a Bagdad, pero si no se atiende a la respuesta  táctica obvia del enemigo derrotado -la guerrilla y el terror- de nada  valdrá la victoria pues el número de bajas propias será superior después  del cese de fuego.  
 
La Táctica es la disciplina que provee a la estrategia no sólo del  medio de acción, sino también de parte de la información necesaria  para actuar. El problema de los refugiados de guerra es muy antiguo y  los hombres involucrados en los sitios lo conocían: Vercingetórix en  Alesia (52 a.C.) expulsó a los no combatientes de su posición por falta  de alimentos, y en repetidos sitios medievales se registran nubes de  refugiados entre las murallas de los sitiados y las trincheras de los  sitiadores. El recurso del terror y la guerrilla es repetidamente habitual  en un vencido, bástenos con recordar los movimientos de resistencia  surgidos en Francia, Holanda o Rusia durante la Segunda  Guerra Mundial.  
 
En un estado nacional la política, asociada a la ética, traza los objetivos  nacionales a partir de la identificación de los intereses vitales  de la nación. Nada dice la política acerca de cómo lograr esos objetivos,  pues esa es tarea de la estrategia. A ella le corresponde establecer  los caminos de acción para alcanzar las metas fijadas diciendo qué es  lo que hay que hacer. La táctica por su parte es el procedimiento de  la acción que recorre los rumbos trazados por la estrategia.

La relación  sistémica de subordinación es entonces evidente.   

El conocimiento Táctico resulta imprescindible para la elaboración  de una estrategia adecuada. No es aconsejable desarrollar estrategias  que empleen procedimientos tácticos poco conocidos o  desconocer los requerimientos operativos y sus consecuencias. Aunque  es habitual admitir que los errores tácticos tienen solución en el  campo estratégico y que ese remedio no funciona a la inversa, no  podemos desconocer que en nuestra época donde los medios de comunicación  masiva han reducido la dimensión temporal de la estrategia, los alcances y efectos de las acciones tácticas pueden comprender  rápidamente resultados irreversibles.

La guerra opera hoy dentro de  la ética que marca el Derecho Internacional Humanitario, su conocimiento  y manejo es imprescindible para todo militar profesional; en  ese sentido una acción táctica que afecte los valores protegidos por  esas normas alcanzaría resultados dañosos en el ámbito estratégico  que podrían arruinar una campaña o todo el plan de guerra.  El conocimiento Táctico es entonces indispensable no sólo desde  la necesidad del combate sino también a partir de su manejo conceptual  integrado al sistema estratégico. Esa integración sólo puede lograrse  mediante una cabal comprensión del fenómeno táctico y su  genética evolutiva. Ésta responde al modelo social en que se aplica la  Táctica; modelo que determina a su vez el diseño del instrumento  militar y su empleo Estratégico, lo que permite una apropiada composición  sistémica de ambos fenómenos.   

Para comprender el fenómeno táctico debemos integrar las condiciones  sociales, económicas y políticas donde éste se produce, reconocer  su manifestación procedimental e identificar las causas que  generaron su creación. Con relación al primer requerimiento hemos  decidido dosificar su análisis a sus más destacadas influencias. En  referencia al resto expondremos en detalle los métodos y formas de  empleo tácticos así como sus organizaciones, siguiendo las causas y  efectos en miras a relacionarlos de forma evolutiva y continuada.  Con este enfoque emprendemos el estudio histórico de la Táctica  a través de su evolución y desarrollo. Antes de avanzar en tal sentido  es conveniente que establezcamos cuáles son los elementos esenciales  que integran el combate y con qué términos y alcances nos referiremos  a ellos.   

Los Elementos del Combate    

Encarar un estudio de historia militar exige previamente un  acuerdo terminológico y conceptual del léxico básico con que se describen  las acciones de guerra. En tal sentido palabras como Estrategia,  Operacional, Táctica, Logística, Inteligencia, Mando, Comando,  Conducción y Principios de la Conducción requieren una conceptualización  operativa.    Las definiciones que a continuación se consignan son esencialmente  descriptivas y pretenden ser lo suficientemente elásticas como  para poder aplicarse hábilmente a cualquier período histórico. Formulamos  esta aclaración porque los conceptos técnico-militares han  variado con el tiempo así como su aplicación y emplear la conceptualización  actual podría resultar un acto ahistórico.   

Estrategia 
Es este uno de los conceptos más difíciles de tratar. En su aplicación  más amplia podemos coincidir con Williamson Murray en que la  “…estrategia es un proceso, una constante adaptación a los cambios  de condiciones y circunstancias en un mundo donde el azar, la incertidumbre  y la ambigüedad dominan.”1    

Focalizándonos en la estrategia militar podemos decir que esta es  “…el arte y ciencia del empleo de las fuerzas armadas de una nación  o alianza para asegurar objetivos políticos mediante la aplicación o  amenaza de la fuerza.”2, definición que coincide con la de Liddell  Hart “el arte de distribuir y aplicar los medios militares para alcanzar  los fines de la política.”3 En igual sentido Clausewitz la definía como  “el arte de emplear las batallas como medios para ganar el objetivo de  guerra.”    La estrategia militar será entonces el arte y ciencia de responder a  los objetivos fijados por el poder político mediante el empleo de las  batallas y más específicamente se referirá a la disposición de los elementos  del instrumento militar antes y después de las batallas. La  estrategia militar será el criterio con que un comandante debe guiar  sus tropas para que alcancen el campo de batalla en la situación más  ventajosa posible.    

Operacional 
Esta última concepción de la estrategia es de aplicación a un concepto  relativamente nuevo que es el del arte operacional. Hasta antes  de la Segunda Guerra Mundial no se distinguían de la estrategia cuestiones  como la situación que debía producirse en el teatro de guerra  para alcanzar el objetivo estratégico, qué acciones producían esa situación  o con qué recursos se alcanzaba. Después de ese evento bélico  se creó a instancias de la doctrina soviética la categoría operacional  que en suma consistirá en “…el empleo de las fuerzas militares para  alcanzar objetivos estratégicos en un teatro de guerra o teatro de operaciones  a través del diseño, organización, y conducción de campañas  y operaciones mayores.”4    En este sentido el nivel más bajo de la estrategia se confunde con  el nivel operacional pudiendo lograrse su separación sólo en la aplicación  a un caso concreto.  
  
Táctica  
Por debajo del nivel operacional hace su aparición la táctica como  “…la disposición para, y control de, fuerzas militares y técnicas en el  combate …estrategia es el arte de conducir la guerra, táctica es el arte  de pelear.”5    Antiguamente en Grecia taktika se refería solamente al ordenamiento  de las tropas en batalla. Con el tiempo la evolución y la necesidad  ampliaron su alcance orientándola hacia la obtención de  ventajas para explotar las vulnerabilidades del enemigo dentro del  campo de batalla. Así incluye técnicas ofensivas y defensivas, el empleo  de las armas, la movilidad y disposición de las tropas en combate. 

El Mariscal Marmont la definía como el “arte de manejar las  tropas sobre el campo de batalla, y maniobrarlas sin confusión…es la  ciencia de la aplicación de las maniobras.”6    

En la actualidad se reconocen dos niveles tácticos, el superior que  involucra la coordinación de operaciones de grandes unidades y el  inferior que refiere a los métodos de empleo de las unidades en combate.  El nivel superior ocupa una zona de definición dinámica con el  operacional.   

Los niveles estratégico, operacional y táctico se integran dentro  de un sistema donde los objetivos superiores determinan la identificación  de los objetivos inferiores. Mientras la estrategia identificará el  mejor objetivo para el empleo del instrumento militar en miras a  ganar la guerra en los términos buscados por la política, el nivel operacional  establecerá el lugar y el tiempo en que las batallas deban  librarse para lograr las metas estratégicas y la táctica fijará el método  de combate a aplicar en las batallas formuladas por el nivel operacional.  Del mismo modo que los objetivos de cada nivel se hallan entrelazados,  también deben guardar relación los procedimientos y métodos de cada   categoría.   
En el análisis histórico generalmente se distinguen las situaciones  estratégicas y las tácticas, los restantes niveles corresponden a necesidades operativas o académicas de enseñanza. Sin perjuicio de que los  niveles intermedios son de aplicación a la historia militar es aconsejable  aplicarlos a temas específicos y a épocas asociadas con esos conceptos.  Para una obra como la presente el modelo simple estrategia-táctica  resulta más práctico, sin perjudicar la calidad del análisis.  
  
Logística 
La logística es el arte de abastecer y transportar a las fuerzas armadas.  Es uno de los elementos críticos de la ciencia militar. No es  posible desarrollar ni siquiera un plan bélico de cualquier nivel sin  tener en cuenta los alcances y limitaciones que la logística impone.  Como reza un viejo adagio los aficionados hablan de estrategia, los  profesionales estudian la logística.    

Inteligencia 
Es el procesamiento, análisis y distribución de la información necesaria  para emprender una operación militar. Comprende los tres  niveles básicos: inteligencia estratégica, operacional y táctica.   

 Mando  “Es la acción que ejerce el jefe sobre los hombres que le están  subordinados con el objeto de dirigirlos, persuadirlos e influir sobre  ellos de tal manera de obtener su voluntaria obediencia, confianza,  respeto y leal y activa cooperación tanto en el desempeño de una  función como en el cumplimiento de una misión.”7  
  
Comando  “Es el ejercicio de la autoridad y responsabilidades legales sobre  una organización militar. Es una función del grado y cargo que está  prescripta, regulada y limitada taxativamente por las leyes y reglamentos  militares.” 8   

1 Murray, W., 1994 “The Making of Strategy. Rulers, States and War”, pg 1,  New York, Cambridge University Press 
2 Department of Army, 1986, FM 100-5 Operations, pg 9, Washington 
3 Liddell Hart, B.H., 1954, “Strategy”, pg 321, New York, Meridian 
4 Department of Army, 1986, FM 100-5 Operations, pg 10, Washington 
5 Montgomery, B., 1968, “A history of warfare”, pg 14, London, Collins 
6 Nosworthy, B., 1996, “With musket, cannon and sword”, pg 23, New York,  Sarpedon   
7 Ejército Argentino, 1960, “M-65-1 Ejercicio del mando”, pg II, Argentina  8 Ejército Argentino, 1960, “M-65-1 Ejercicio del mando”, pg II, Argentina    
©Jorge A. Vigo 2006 ©Jorge A. Vigo para esta publicación 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario