En la página FUEGO Y MANIOBRA encontrará la Introducción y capítulos referidos a la guerras en la Edad Media, de la obra del mismo nombre del Dr. Mg. Jorge A.Vigo

29 de mayo de 2019



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En vísperas de su marcha punitiva hacia Schwyz, Leopoldo preguntó a Kuony von Stocken, su bufón, qué opinaba sobre los planes que sus estrategas habían preparado. La rápida y terminante respuesta del bufón fue: “ninguno de esos planes me gusta”. Leopoldo, sorprendido, exigió al bufón que se explicara. “Sucede, dijo Stocker, que todos los que han trazado esos planes os han dicho cómo penetrar en territorio enemigo, pero ninguno ha dicho cómo y cuándo podrá salir del mismo”… (según el cronista Konrad Justinger -1388-1438-). 

La batalla de Morgarten

La primera batalla suiza por la libertad e hito de la “revolución de la infantería” medieval


VI. La batalla. La proximación. El 15 de noviembre de 1315 era un día muy frío y el camino estaba congelado en muchos lugares. Una niebla de otoño cubría el lago de Aegeri. La columna constituida por el ejército de Leopoldo estaba encabezada por los caballeros, quienes por supuesto, como lo recuerda Oman, habían reclamado el honor de iniciar el combate. Detrás seguía, masiva, la infantería. Se ha supuesto que la totalidad de la columna del ejército de Leopoldo se prolongaba por unos tres kilómetros y medio.

10 de abril de 2019

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"Los hombres de este ejército se unieron con un único propósito: someter y humillar completamente a esos campesinos rodeados por montañas como muros" Arenga del Duque Leopoldo de Habsburgo a las tropas que combatirían en Morgaten, según Juan de Winterthur.

La batalla de Morgarten

La primera batalla suiza por la libertad e hito de la “revolución de la infantería” medieval

Segunda Parte


V.           Las fuerzas confederadas. No existen datos precisos acerca del número de los defensores confederados que se oponían a la poderosa fuerza del Duque Leopoldo. Hans Delbrück lo ha estimado entre 3000 y 4000 hombres [1], en tanto la mayoría de autores concuerda en que esos efectivos oscilaban entre 1300 y 2000 hombres (Oman, Gibbon, Becker, Winkler). De ellos, el núcleo principal estaba compuesto por originarios de Schwyz. El contingente de Uri ascendía a unos 300 hombres. En cuanto a Unterwald, pese a que se encontraba directamente amenazado, con buen criterio decidió mandar refuerzos (unos 100 hombres) en tanto la defensa de Schwyz aparecía como decisiva (Winkler).

Los mandos y su elección. Aunque tampoco hay referencias concretas al respecto, existe consenso entre los cronistas de la época que al mando de las tropas confederadas se encontraba el landamman -a cargo del gobierno- de Schwyz, Werner Stauffacher, quien había liderado el ataque a la abadía de Einsiedeln al que ya nos hemos referido. Delbrück ha puesto de manifiesto las cualidades de Stauffacher, tanto en lo que hace a su capacidad de planificación para juzgar la naturaleza del terreno y determinar en función de ello el despliegue de sus fuerzas, como para ejercer un liderazgo que le aseguraba la confianza y el completo control de sus tropas. Con relación a los oficiales al mando, los mismos eran elegidos por las comunidades respectivas (Vigo).

11 de marzo de 2019


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"Desde la historia de la Antigua Confederación, la Batalla de Morgarten brilla para nosotros como el sol naciente de la libertad" (Rudolf Minger, Consejero Federal, a cargo del Departamento Militar de la Confederación Suiza 1930-1940).

La batalla de Morgarten

La primera batalla suiza por la libertad e hito de la “revolución de la infantería” medieval

Primera Parte

I.            Introducción. El 15 de noviembre de 1315 se enfrentaron en Morgarten, en el actual territorio de los cantones suizos  de Schwyz y Zug, las fuerzas austriacas al mando del duque Leopoldo de Habsburgo y las milicias de los llamados cantones primitivos o forestales, Schwyz, Uri y Unterwald [1]. Sin que pueda haberse establecido con certeza el número de los contendientes, puede afirmarse que su balance favorecía a los austríacos en una proporción de 8 a 1… no obstante lo cual, la derrota de Leopoldo fue tan rápida como aplastante.

La mayoría de los caballeros que formaban el poderoso núcleo de la fuerza austríaca fueron muertos en el encuentro o perecieron ahogados en el próximo lago de Aegi, al pretender escapar de la matanza. El resto, junto con el contingente de infantería que no consiguió entrar en combate, se dispersó en una huida irrefrenable y alocada.